Nada es lo que parece..{Priv. Lillian Salvatore}

Solo se escuchaba en aquel taxi el ruido de las ruedas rozar por la carretera, yo no tenía ganas de hablar con nadie y menos con el taxista ya que no deseaba contarle mi vida y que se apenase por mi.El conductor del coche, era un hombre viejo de unos 50 años, un poco gordo y con la mirada entristecida.Este aclaró su garganta y con ese ruido hizo que mi atención se posara en el y no en mis pensamientos.

Al parecer el hombre me había preguntado algo y estaba esperando una respuesta.Vacilé antes de preguntarle que había dicho y me incliné apoyando mis brazos en mis piernas, y esbozando una sonrisa-¿Que me preguntó, buen hombre?-dije casi en un susurro peor estaba segura que aquel tipo me había escuchado.El conductor desvió la mirada al retrovisor y me dijo con aquella voz grave-Le dije ¿Que para que iba a Mystic Falls?-Maldita sea, lo que menos me apetecía era contarle mi vida a un hombre que no volvería a ver jamas.Suspiré un poco molesta y dije entre dientes-Negocios.-Mentí mientras desviaba mi mirada y la posaba sobre el paisaje que se movía a una gran velocidad.

Por suerte el conductor de aquel taxi no volvió a dirigirme la palabra hasta que bajé del auto y le pregunté cuando le debía, el respondió una suma un poco cara a mi parecer pero me sobraba el dinero después de tanto tiempo.Deposité la cantidad exacta que me había pedido junto con una sonrisa simpática y recogí mis maletas de detrás del coche.Agarré el asa de las dos, una en cada mano y me moví de la carretera ya que estaba estorbando a algunos coches.
Me paré junto a un banco, en el cual me senté.Crucé mis piernas y cerré mis ojos acompañando este movimiento con un gran suspiro."Debería pedir habitación en algún hotel.." pensé, porque la verdad era que había planeado aquel viaje sin previo aviso, no había ni alquilado alguna casa.Abrí de nuevo mis ojos y observé el lugar.A mi no me parecía un sitio tan especial como para que aquí vivieran vampiros, o los originales.Si no era cierto aquello, me marcharía.Revisé mi móvil antes de volver a cerrar mis ojos por un momento: 10 mensajes.Aquello era normal, me había marchado sin decir nada, había dejado a unos pocos amigos en Canadá pero ya les informaría.Me molestaba mucho viajar ya que era muy cansado, por lo que hoy debería salir a tomar "un trago".

Me levanté del banco con gracias y sonreí mientras cogía de nuevo las asas de mis maletas y miraba a mi alrededor en busca de algún sitio decente en donde quedarme por lo menos 1 día hasta encontrar una casa.

Era domingo y estaba atardeciendo en Mystic Falls, el viento soplaba las hojas de los árboles y se podría decir que hacía también un poco de frío, pero hablar del clima está sobrevalorado en un pueblo en el que la mayoría son vampiros, cuya percepción del mismo no les afecta para nada. Pueden estar en medio ártico y no sentir demasiado frío, o estar en pleno desierto y no sentir demasiado calor. Así se encontraba Lillian, aunque llevaba un fino abrigo para disimular.

Acababa de llegar a Mystic Falls, con una pequeña mochila con un par de cosas estrictamente necesarias. Saldría de compras en el pueblo y en sus alrededores en cuanto le diera la sorpresa a sus hermanos de que había vuelto al pueblo... No quería alquilar una casa, lo consideraba una perdida de dinero teniendo una mansión con su apellido en las afueras del pueblo.

Decidió caminar por la plaza central, reviviendo viejos recuerdos... Si era cierto que no había estado por ahí en un buen tiempo, lo recordaba todo como si hubiese sido ayer en vez de hace más de un siglo. Los días en los que caminaba, a penas y con el permiso de rozar su brazo con el de su amado, vigilados bajo los inquisidores ojos de Cornelia, su nana, que la sobreprotegía incluso más que su propio padre. Los juegos con sus hermanos... La apotecaria de la señora Pearl, lo bien que se llevaba con su hija Annabelle y lo sencillo que parecía todo incluso después de saber que los vampiros convivían con ella en su diario vivir. ¿Quién diría que acabaría sola, de vuelta en la misma plaza en la que había dado su primer beso de amor?

No se permitiría una llantina en ese momento, por lo que simplemente miró a su alrededor. El lugar estaba casi desertico, a penas unas cuantas personas saliendo del grill y un par de autos estacionados. Y una chica... Con un par de maletas sentada en una banca. ¿Qué cosa podría ser más sospechosa que eso? Sabía que debía cuidar las apariencias, muchas personas la conocían y si esta chica resultaba ser una de esas tantas... No sabría que hacer. Se supone que pasaría desapercibida por un rato.

Con paso firme y seguro se acercó a la chica, cuya mirada pensativa se veía inalterada, como si no sintiera a nadie acercarse. Puede que no sea un vampiro... Pero en ese momento se volteó, aunque Lillian aún no salía de sospechas, prefirió ser cortes. ¿Necesitas ayuda?

El ruedo de unos paso me hizo deshacerme de mis pensamientos, no me volví rápidamente, sino que esperé a que la chica hablara.Tenía que guardar apariencias, y nunca actuar extraño delante de los humanos.Me volteé y la mire mientras en rostro se podía ver una amplia sonrisa-Oh!-Dije mirándola-Pues la verdad es que si-Solté una pequeña risa mientras la observaba, mientras decía con naturalidad.Al parecer era una humana, no debía alarmarme ni nada.Le sonreí y volví a ser educada.-Acabo de llegar al pueblo y bueno.. no conozco nada-Dije mirando a nuestro alrededor, ya que empezaba a oscurecerse y ya apenas había vida en las calles.

Solté los asas de mi maleta y le sonreí mientras observaba el rostro de esta chica, la cual tan alegremente se había acercado ami.-Soy Juliette-Sonreí-Pero si lo deseas puedes llamarme Julie-No tenía motivos para ser grosera y no presentarme, ademas era bueno conocer a alguien en el pueblo, siempre y cuando no me ocasionara problemas.Mientras lo observaba mas detenidamente podía escuchar los pasos apresurados de algunos jóvenes, unos pasos mas lentos acompañados de el sonido de un bastón al chocar con el frió suelo, escuchaba demasiadas cosas, por una vez deseaba no escuchar nada y centrarme como las personas normales.

Tenía sed, lo que me provocaba un poco de nerviosismo el cual no se notaba ya que en poco más de cinco siglos había aprendido a disimular y a controlar la sed.Podía estar rodeada de humanos pero claro siempre teniendo un margen de seguridad.Pestañee un poco y noté como el viento se había levantado y el cual descolocaba y hacia bailar a algunos mechones de pelo de mi cabeza.Como cualquier humano normal, exclamé actuando-Hace un poco de frió hoy..-dije abrazando mis brazos.

Bueno, el comportamiento de la chica era totalmente aprobado por Lillian. Le gustaban las personas amigables, la chica no se veía antipática y probablemente le caería bien. Era la primer persona con la que se encontraba en el pueblo, y no parecía nadie que hubiese visto antes, lo que significaba que no era alguien que pudiera reconocerla. Contuvo un suspiro de alivio en cuanto escuchó su nombre... Juliette. No era conocido, había escuchado de muchas Juliette en su vida, pero si la hubiese visto antes, lo recordaría. Lo bueno de ser vampiro, es que tus recuerdos permanecen intactos, como películas que se proyectan detrás de tus parpados cada vez que quieres verlas.

Mi nombre es Lillian. Se presentó, devolviéndole la sonrisa amistosa. No tenía motivos para ser grosera, mucho menos cuando te muestran una sonrisa tan alegre y contagiosa. Mis hermanos viven aquí en Mystic Falls, hace un tiempo que no los veía y vine a visitarlos... Quizá podrías quedarte en nuestra casa mientras encuentras un lugar. No hay muchos hoteles aquí en Mystic Falls. Lo que se le hacía bastante curioso, es que una chica que planeaba quedarse por aquí no alquilase un piso durante su estadía. No es como si el sitio fuera un lugar turístico, de hecho, a menos que fueras un humano terriblemente estúpido o carente de suerte, o algún tipo de criatura sobre natural, este lugar no tenía nada para ver. Se enteraría de eso luego... Eso por seguro. Puedes llamarme Lilly, Julie.

No sabía que más decir, no es como si todos los días te encuentraras con una chica andando por ahí, con un par de maletas sentada en un parque sin saber que hacer. Pero debía interpretar bien su papel de chica de pueblo, el padre de Lillian la había enseñado a siempre mostrarse cordial ante cualquier recién llegado, eso era algo en ella que aún seguía intacto. Si... Hace un poco de frío. Bueno, y ¿qué te trae por aquí?

La chica parecía amable algo que a menudo no se encuentra.Ademas me estaba invitando a su casa, y claro por mi condición de vampira no podría entrar a menos que me invitase, por lo que intentaría disimular y escaparme ya que ademas no quería molestar-No quiero molestar Lilly..-Dije apartando algunos mechones castaños de mi rostro.

Sonreí y escuché que también tenía frió, algo muy humano.Mejor no tenía ganas de encontrarme todavía algunos vampiros y si lo hacía que fueran por lo menos amables.Contesté con una sonrisa.-Bueno, viajo mucho y me picó la curiosidad de este pueblo..-Sonreí mientras observaba el cielo.Y o que le había contado a la chica era cierto, no como lo que le dije al taxista, una pequeña mentira que no mataría a nadie.

Y eso era otra, debía salir a la noche para alimentarme un poco, no mataría a nadie claro.Volviendo a la conversación sonreí y dije-¿Y tú, Lilly?-Sonreí abiertamente mientras la observaba ,una chica bastante humana, y parecía que no sabía nada sobre los vampiros y demás.

¿No quería molestar? Era más que obvio que no era de aquí, ya que cualquiera en este pueblo chismoso habría tomado la primera oportunidad que tuviera para conocer la casa de un extraño, un recién llegado. Lillian tendría que inventarse una historia rápido, aunque quizá pudiera disponer de la ayuda de sus hermanos para hacerlo, de esa manera todo sería más sencillo. Había llegado a Mystic Falls con una coartada, pero el problema era que nadie sabía de la hermana pequeña de los Salvatore, ni siquiera sus hermanos lo sabían... Debía admitir que era algo triste, de una u otra manera. Esperaba que volvieran a ser los de siempre... Ya era hora de volver a su lugar en el mundo, llevaba un siglo sin ser la niña consentida de alguien y eso la estaba volviendo loca.

No te preocupes por nada, mi familia es muy hospitalaria. Y lo eran, aunque quizá Stefan y Damon la matarían si se enteran que va a llevar a una humana a casa, con todo eso de Elena volviéndose loca, trepando paredes en medio de su sed de sangre. Así que si, quizá sea una mala idea... pero Lillian no pensaba en los contras, Lillian solo actuaba. Así era ella, se había quedado estancada en esa etapa de su vida y no era algo que quisiera cambiar. Sus hermanos no podrían hacerle nada, no tendrían el valor... Por lo menos esperaba que la extrañaran un poco.

De hecho, creo que mis hermanos estarían fascinados con la idea de conocer a alguien nuevo. ¿Un bocadillo quizá? A nadie le haría falta, ya que nadie había tenido la oportunidad de conocerla, y a Damon le encantaría... Claro, si seguía siendo el mismo Damon que había visto durante los anteriores años. Pero bueno, en lugar de pensar en el postre, Lillian decidió animar un poco a la chica. O si no quieres... Podríamos simplemente hacer algo por aquí. Conozco este pueblo como la palma de mi mano y créeme, es mucho más interesante de noche.

Escuche su comentario sobre que su familia era muy hospitalaria. Sonríe y asentí, aquella chica a lo mejor no se cansaría de invitarme así que debía aceptar su propuesta de quedarme en su casa, aunque sea unos días-Vale, pero si molesto me iré..-dije sonriendole mientras la observaba.Aquella chica parecía pensativa, y desde luego había sido una sorpresa habérmela encontrado y que por lo menos fuera una chica genial como a invitarme a pasar la noche en su casa junto a sus hermanos.¿Estarían por lo menos buenos..?Julie Julie, no debía pensar en eso, en una casa llena de sus hermanos humanos y aquella humana.Cerré por un momento mis ojos y solté un gran suspiro.

Luego sonreí y dije sobre su propuesta.-Claro, si quieres podemos ir a tomar algo, antes de ir a tu casa..-Dije sonriendole.Aquello me había sonado raro, no quería auto invitarme para nada.Y era mejor salir es, así disimulando un poco podía tomar algo de sangre sin que me volviera loca en la casa de aquella chica.Lo malo es que no sabía como se apellidaba, por si conocía a algún familiar.Pero eso era importante. Sonreí esperando sus indicaciones mientras observaba de reojo el cielo.

La sonrisa de Juliette era algo contagiosa, de repente, Lillian solo quiso reír con ella. Si bien era raro, también era cierto que ella era amistosa como nadie, le encantaba conocer gente y explorar el mundo y hacer nuevos amigos... Algo de tomar sería perfecto. Se encontró diciendo, sin poder rechazar la propuesta. Era un gran momento para disimular, nada de sed de sangre por unos minutos, ella era muy buena disimulando, guardandose las ansias para sus adentros. Había aprendido a ejercitar su auto control con los años, y se había hecho ridículamente buena en ello. ¿Qué sueles tomar? No me gusta corromper a las personas.

Por un momento tuvo que detenerse a pensar ¿Qué diablos pensarían sus hermanos? Estaba llevando a una extraña a casa, ¿estarían bien con ello? No podría saberlo, después de todo, no podía llamar y preguntar "Hey Stefan, ¿puedo llevar a una amiga a casa? Si, sé que no es el mejor momento, solo serán un par de días... Ah, no estoy muerta" No era un tema sencillo de tocar... pero sería mas sencillo en compañía.

La escuché y sonreí abiertamente.¿No me quería corromper?Aquello era difícil, podía parecer una buena persona pero cuando me sacaban de mis casillas podía ser el diablo en persona , y eso a veces me gustaba.¿Tomar algo?Pues sinceramente tenía ganas de tomar un poco de sangre pero nada que no pudiera controlar, para eso había vivido mucho.

-Tranquila, no creo que me corrompa..-Sonreí mientras apartaba algunos mechones de pelo de mi rostro y la miraba con un aire pensativo.-Algún licor, o algo parecido está bien-Dije sonriendo le.No sabía que edad tenía aquella chica pero seguramente se animaría, y claro yo no tendría problema, nadie nos molestaría mientras yo estuviera allí.La verdad es que estaba cansada del viaje y aunque deseaba tomar unas copas antes también quería ir a descansar pero claro si ella quería después de habernos tomado algo.

Por un momento se preguntó cuantos años tenía la chica, y si estaba en edad de consumir alcohol. En verdad no quería corromper a nadie, pero ella había vivido más de siglo y medio y definitivamente, estaba más que en edad de beberse toda una licorera si así lo deseara, pero estaba segura de que en un pueblo pequeño debía haber poco alcohol, y se había acostumbrado a este para calmar sus ansias desde hace bastante tiempo atrás. Hay un pequeño bar aquí cerca... El Mystic Grill es más un lugar para comer y jugar billar, esto es más como una de esas viejas cantinas de pueblo Texano. Le dijo con una sonrisa, la había visto en cuanto llegó al pueblo, había identificado todos sus próximos objetivos. Debe ser nuevo, por lo que no creo que haya muchos ebrios por ahí.

Sin duda Lillian necesitaba alimentarse, no lo había hecho antes de viajar y esperaba no encontrarse con ningún accidente en el camino, ya que, sabía que sería difícil controlarse si veía una nimia gota de sangre. Y eso no le daría una buena impresión a Juliette.

Le sonreí y dije contenta-Genial!-Deseaba beber algo antes de conocer a su familia con la que pasaría unos días, también tendría que buscar una escusa para escaparme un poco y beber sangre, mi auto control estaba muy desarrollado pero todo tiene un limite.Sin dejar mi sonrisa de lado rodé mis ojos en busca de aquel lugar llamado "Mystic Grill" pasé mi mirada por algunos arboles hasta que localicé en lo alto de un edificio un cartel verde con el nombre del bar que aquella chica había comentado.

-¿Es ese?-Dije señalando con el dedo el cartel del sitio.Estaba segura que era aquel sitio por el ruido que podía escuchar y el dulce y a la vez amargo olor del alcohol. Sonreí y la observé esperando a que nos dirigiéramos a aquel lugar.Y bueno también debía mentalizarme sobre lo que me encontraría allí dentro, toda aquella sangre.

Lillian le asintió en cuanto le señaló el grill. Pero no es ahí a donde iremos. Le sonrió y se rió un poco, levantando una de las maletas de Juliette que aún reposaban sobre el frío suelo nocturno de la plaza principal de Mystic Falls. Iremos a esa pequeña... ¿Cantina? Sonaba algo sureño, pero la verdad es que eso era. Una cantina. Debían haber barriles de cerveza incluso. Podemos comer un pasabocas incluso... No he comido en bastante tiempo y ya sabes, el alcohol pega más duro sin nada en el estomago. Tenía definitivamente doble sentido su afirmación, ya que sin sangre en tus venas también era difícil consumir alcohol, aunque embotaba suficiente tus sentidos como para distraerte de las ansias.

Bueno ¿Y que te trae por aquí? Preguntó Lillian mientras caminaba hacia a la cantina. Esperaba que no fuera un antro de mala muerte, detestaba esos lugares con toda su alma... Pero no quería un lugar tan público como el Grill, donde todos estarían preguntando ¿Quién es esa chica?

Le devolvió la sonrisa y la observó una de sus maletas. Sonrió mientras seguía con la mirada el lugar que había dicho Lillian.Asentí a su propuesta de tomar algo antes de tomar alcohol ya que para la humana le sentaría mal sin nada en el estomago.-Claro-Dije sonriendo mientras nos dirigíamos hacia la pequeña cantina como había descrito ella.

Escuché su pregunta y la miré mientras contestaba tranquilamente.-Bueno, viajo por los lugares buscando cosas curiosas..-Dije sonriendo mientras pensaba " Y tan curiosas, los originales aquí".Tiraba de mis maletas sin ningún esfuerzo, utilizaría la compulsión con alguien sin que me viera Lillian para que me guardara mis maletas.El viento había parado un poco pero había descolocado algunos mechones de mi pelo, con mi mano libre los re coloqué-¿Y tú?¿Solo vienes a visitar a tus hermanos?-Dije mirándola.Ojala supiera donde está mi hermano fue lo único que pensé antes de escucharla de nuevo.